'Caso Erial'

La juez del caso Erial procesa a Zaplana con más de 30 pruebas inexistentes y sin documentar en el sumario

Eduardo Zaplana
Eduardo Zaplana. Foto: Europa Press
Manuel Cerdán

El auto de la juez de Valencia por el que procesa a Eduardo Zaplana dentro de la causa Erial por los delitos de organización criminal, blanqueo y cohecho, entre otros, contempla más de una treintena de pruebas inexistentes o de dudosa veracidad y acusaciones que no quedan documentadas en el sumario.

Y lo más sorprendente: en los 41 folios redactados por la magistrado María Isabel Rodríguez Guerola, titular del Juzgado de Instrucción número 8 de Valencia, no figura ninguna mención hacia los dos testigos estrellas del procedimiento, cuyas declaraciones motivaron el ingreso en prisión del ex presidente de la Generalitat valenciana. Así mismo, sus testimonios sirvieron para mantener a Zaplana en prisión preventiva por riesgo de fuga cuando estaba siendo tratado oncológicamente, tras someterse a un trasplante de médula para combatir una leucemia.

Hay que recordar, como recoge el letrado de Zaplana en su escrito que la causa se inició “con motivo del ‘hallazgo’ de determinados documentos en poder del abogado de Marcos Benavent Vicedo”, incautados por agentes de la UCO de la Guardia Civil en un registro en su despacho profesional, en mayo de 2015.  Pero la incorporación del documento vehicular de la causa, conocido como “hoja de ruta”, no se incorporó en las diligencias previas hasta 163 días después. Benavent mantuvo una versión entonces de los hechos de la que más tarde se retractó públicamente, Sin embargo, la juez rechazó su última declaración, sobre todo, porque beneficiaba al imputado más mediático del proceso.

Los testimonios del sirio Imad Al Naddaf Yalouk y del empresario Marcos Benavent, conocido en otras investigaciones judiciales como el “yonki del dinero”, que sirvieron a la juez para imputar a Zaplana en el caso de corrupción sobre unos contratos eólicos, desaparecen asombrosamente del texto del auto judicial, posiblemente, porque la propia juez después de una instrucción de más de 7 años los considera irrelevantes.

La juez pasa también de puntillas sobre el tercer protagonista de las diligencias: el uruguayo Fernando Belhot, a quien acusa de ser el testaferro de Eduardo Zaplana. Su polémico testimonio apuntilló al ex ministro del Gobierno de José María Aznar y ex portavoz parlamentario del PP. El Juzgado y la Fiscalía, desde 2017, consideró a Belhot como imputado por un delito de blanqueo de dinero y así constaba en los documentos judiciales. Se le intervino sus teléfonos desde marzo de 2018 y la UCO solicitó su detención en Uruguay a efectos de extradición. Y todas esas investigaciones sobre los movimientos de sus capitales justificó mantener el secreto de las actuaciones.

En octubre de 2018, el Juzgado acordó la citación de Belhot como investigado y autorizó la entrada y registro en sus oficinas de Montevideo. Pero, tras un giro copernicano de la Fiscalía Anticorrupción, Belhot pasó de la categoría de imputado a la de testigo, quedando fuera del procedimiento penal, aún siendo señalado como el testaferro que blanqueó el dinero de Zaplana. De ahí que el letrado Daniel Campos cuestione la legalidad de la calificación del uruguayo: “La concesión de un beneficio punitivo consistente en garantizar la completa inmunidad de una persona que supuestamente ha participado en los hechos delictivos”.

Ni que decir tiene que Belhot desvió toda la carga de la prueba hacia Eduardo Zaplana, al margen que durante la investigación se pudo demostrar que los movimientos de la cuenta de Suiza, donde se habrían depositado 7,5 millones de euros, habían sido realizados por Belhot y su esposa.

Las pruebas vacilantes de Erial

Tras un minucioso estudio del auto de procesamiento de la magistrado Rodríguez Guerola y el sumario del caso Erial, OKDIARIO ha descubierto una treintena de inexactitudes, errores y pruebas vacilantes que expone a continuación. El texto, en primer lugar, refleja las afirmaciones de la juez en su escrito del 2 de junio de 2022 frente a la realidad de los hechos y la documentación que obran en las diligencias.

1ª prueba ‘fake’

Auto Judicial- “Tal y como se indicaba en los documentos encontrados en la que fuera vivienda del antes mencionado Eduardo Zaplana, documento donde se recogía el importe de las cantidades que tenían que pagar”.

Realidad- Ese supuesto documento al que hace referencia la juez no aparece ni en la documentación de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil ni en las páginas del sumario. La juez se refiere al documento que el sirio Imad Al Naddaf Yalouk, supuestamente, encontró en una vivienda que había sido ocupada por Zaplana, pero ese papel corresponde a un fax intercambiado por la familia Cotino, sin que aparezca el nombre de Zaplana ni éste lo remitiera.

El empresario sirio que encontró el documento, que llevó al ex ministro a la cárcel, sin embargo no aparece mencionado en ninguno de los 41 folios del auto de la juez. El nombre de su partenaire, Benavent, sólo aparece para negar su declaración.

2ª prueba ‘fake’

Auto Judicial- Grupo Sedesa: “Habiéndose efectuado ‘concursos a la carta’ para que las empresas interesadas, previa estipulación de comisión, se hicieran con dichas adjudicaciones”.

Realidad- No hay ninguna prueba en toda la causa que refrende las palabras de la juez. Además el Juzgado se ha negado desde el primer momento a que declaren los miembros de la Mesa de Contratación, los consejeros y los directores del Gobierno valenciano. Las palabras de la titular del Juzgado tampoco aparecen en los escritos de la UCO.

3ª prueba ‘fake’

Auto Judicial- “Existiendo un correo entre Eduardo Zaplana y Juan Gabriel Cotino Ferrer, ya fallecido, en el que se hablaba de lo gestionado con ENDESA, en relación a las zonas de los Parques Eólicos”.

Realidad- Ese correo además de no figurar en la causa, tampoco ha existido. Las pruebas demuestran que Zaplana jamás cruzó ni recibió ni un solo correo con el ex director de la Policía, Juan Cotino. El único email que figura en el sumario se realiza entre dos Cotino y se remite a la dirección de la Policía.

La versión de la red criminal

4ª prueba ‘fake’

Auto Judicial- “Utilizó a sus amigos y conocidos a los que hizo partícipes de los beneficios obtenidos en cantidades mínimas con el fin de conseguir su colaboración y en comparación con las por él obtenidas”.

Realidad- El sumario carece de pruebas contundentes que puedan verificar tal afirmación. Tanto en las comisiones rogatorias como en otros documentos no aparece el nombre de Zaplana. La afirmación de la juez sólo puede sustentarse en las palabras del testaferro profesional Belhot, que tras su declaración contra Zaplana se queda fuera de la causa y viviendo en Montevideo. En todas la comisiones rogatorias sólo aparece el nombre del testaferro uruguayo.

5ª prueba ‘fake’

Auto Judicial- “Dinero para la compra de una de las embarcaciones que luego se mencionará, en concreto la denominada LOIS (Loix), que fue utilizada por Eduardo Zaplana”.

Realidad- La embarcación fue adquirida por siete propietarios para ser compartida, entre quienes se encontraba Zaplana. La compra y la venta está documentada por los siete empresarios valencianos. La juez en los siete años de instrucción no ha citado a ninguno de los adquirientes para facilitar su versión.

6ª prueba ‘fake’

Auto Judicial- “Fondos que lo eran de las comisiones delictivas cuya procedencia y origen desconocían los nuevos gestores dado que profesionalmente se dedicaban a gestionar patrimonios”.

Realidad- La magistrado, tras la colaboración de Belhot, atribuye al uruguayo la condición de “gestor de petrimonios”, olvidándose de que está considerado internacionalmente como un profesional “del blanqueo de dinero”, en escándalos financieros de gran repercusión mundial como Odebrecht. Así mismo, el uruguayo está siendo investigado en otra causa en la Audiencia Nacional, que la juez se ha negado a incorporar -al menos parte de ella- al caso Erial. La juez se ha negado de manera sistemática a que declaren en el sumario los destinatarios de la supuesta cuenta de Zaplana en Suiza, que demostraría que los movimientos bancarios pertenecerían al propio Belhot, como la compra de un pony para su hija o unos terrenos en la costa.

7ª prueba ‘fake’

Auto Judicial- “Belhot el cual en su declaración fijó la fecha de contacto con Zaplana, Grau y Barceló en el año 2009, que dijo que se dio cuenta de que la figura protagonista era el Sr. Zaplana a quien consultaban continuamente y que Zaplana le dijo que el tenía la mayoría de las empresas” .

Realidad- Es uno de los testimonios de Belhot. Además, el uruguayo en su declaración habla de dinero, no de empresas. Resulta que la expresión “se dio cuenta” carece de sentido porque cómo un supuesto testaferro profesional va a intuir que la persona que lo contrata es Zaplana. En todo caso, se daría cuenta cuando lo contrató para moverle el dinero, según la juez, ilícito.

8ª prueba ‘fake’

Auto Judicial- “Que el cambista necesitaba un nombre y un número de teléfono en España, y daba el de Mitsouko (la secretaria de Zaplana), siendo a lo largo de siete años 2.300.000,– euros los que le entregó por este sistema, y Eduardo Zaplana le confirmaba por teléfono la recepción”.

Realidad- En las intervenciones teléfonicas de la secretaria de Zaplana jamás aparece ninguna conversación de esas características. Los agentes siguieron los pasos de Mitsouko y no aparece nada en las investigaciones relacionado con cambistas. Belhot jamás facilitó la identidad de esos cambistas, supuestamente, contratados por él para blanquear el dinero de Zaplana. Tampoco existe ninguna declaración en el sumario.

El dinero del uruguayo Belhot

9ª prueba ‘fake’

Auto Judicial- “Utilizándose dicho dinero para efectuar otras transferencias a sociedades como SERFEIS DE NETEJA ABRERO SL, por 8.000,– euros, un adeudo de 190.000 euros, coincidiendo todos estos movimientos bancarios con reuniones entre los investigados”.

Realidad- Todo ese dinero pertenecía a la cuenta de Belhot. Al propietario de la sociedad le tomó declaración la UCO, pero no aportó nada relevante. El abogado de Zaplana pidió durante la instrucción que compareciera ante el Juzgado pero la titular se negó.

10ª prueba ‘fake’

Auto Judicial- “De hecho se produjo la interceptación de conversaciones mantenidas entre Eduardo Zaplana y Fernando Belhot en una reunión mantenida en el Hotel Wellington, en la que textualmente se recogieron las siguientes frases así. Eduardo Zaplana le manifestó a Belhot “mi acojono fue… cuando ví la página web; yo sé que tú te sabes manejar”.

Realidad- El Juzgado cambia el significado de la frase. Zaplana se entera por un amigo de la personalidad conflictiva de Belhot que aparece ligado a varias causas judiciales en todo el mundo. Zaplana se lo echa en cara al uruguayo. El encuentro fue en la última etapa de las investigaciones, poco antes de la colaboración del testaferro.

11ª prueba ‘fake’

Auto Judicial- “No me está dando dinero de Andorra” pidiéndole a Belhot que le haga llegar dinero “yo tengo mi sueldo, que es un buen sueldo… yo puedo sacar… que no pasa nada pero no puede sacar cinco millones del primero porque no los tengo ahora porque me he metido en un problema, pero segundo, porque aunque los tuviera… tengo que decir aquí en España me van a decir usted a dónde va?” comprometiéndose Belhot a ir entregándole cantidades cada mes y medio”.

Realidad- La juez transcribe erróneamente las palabras de Zaplana. Utiliza equivocadamente la preposición “del” (“No puedo sacar cinco millones del primero”) cuando, en realidad, la transcripción que figura en el sumario, realizada por los agentes de la UCO dice: “No puedo sacar cinco millones de…, primero porque no los tengo”. Existe mucha diferencia entre un texto y el otro por un simple “del” o “de”.

12ª prueba ‘fake’

Auto Judicial- “Habiéndose establecido criterios de selección y condiciones límite con posterioridad a ser presentada la documentación a concurso”.

Realidad- Si fuera así no se entiende la postura de la juez que de manera sistemática se ha negado a la petición del abogado de Zaplana para que tomara declaración a los técnicos de la Administración, como se suele hacer en otras diligencias.

13ª prueba ‘fake’

Auto Judicial- “ITVs, siendo además formada la mesa de contratación por cargos políticos y ningún técnico”.

Realidad- La juez se equivoca una vez más. Los integrantes son técnicos, condición que podría haber contrastado si hubiera aceptado su comparecencia en el Juzgado para aportar su versión. Era la mejor manera de profundizar en esa cuestión.

14ª prueba ‘fake’

Auto Judicial- “Por un precio que en la actualidad sería 5.823.318,12, en el año 2002, vendiéndose en el año 2004 por 43.000.000  de euros. Estando reflejado en el documento encontrado en la vivienda que fuera de Eduardo Zaplana”.

Realidad- En la vivienda de Zaplana jamás se encontró ningún documento que certifique ese dato. Sólo apareció el documento facilitado por el empresario sirio, cuyo contenido nada tiene que ver.

15ª prueba ‘fake’

Auto Judicial- “Entre los bienes adquiridos por Eduardo Zaplana, aunque no aparezca su nombre en las operaciones por los motivos ya expuestos, han sido localizados un piso en Madrid C/ Núñez de Balboa que fue vendido hace unos años”.

Realidad- Esa vivienda no era propiedad de Zaplana, que adquirió un amigo de la infancia con los beneficios de la operación de la venta de una parcela de La Finca, la zona residencial de Pozuelo. La vivienda fue ocupada por Zaplana durante un tiempo. En el sumario figuran todos los datos de la operación como los pagos, las hipotecas y transferencias de Barceló. El piso posteriormente fue vendido, como figura en las cuentas del amigo -desde la infancia- de Zaplana. Jamás en esas operaciones hubo fondos de procedencia desconocida.

Una propiedad acreditada

16ª prueba ‘fake’

Auto Judicial- “El dinero de la venta del inmueble fue ingresado en parte en una cuenta titularidad de Joaquín Barceló, pese a que cuando se negocia con el piso ya no era de él, según el documento referido, evidentemente ficticio”.

Realidad- El propio auto afirma que el dinero era de Barceló, aunque incluye el elemento “ficticio”. La realidad es que el dinero figura en sus cuentas y la propiedad queda acreditada en el registro.

17ª prueba ‘fake’

Auto Judicial- “Eduardo Zaplana-:’Y te habrás imaginado que eso se va a hacer pronto. La única preocupación que tengo ahí. Ahí tengo dos preocupaciones. Una es resolver con esta señora… un papelito pues que diga que adiós y ya está… Y dos, más que nada porque como la hemos hecho lío, una vez y otra vez al otro… Y que no te olvides de lo otro tampoco’. Francisco Grau: ‘No hay novedades de una cosa y de otra pues no son malas, o sea que’.

Realidad- Según las fuentes consultadas por OKDIARIO, se trata de un texto farragoso que no delata nada delictivo. Como sucede con Beatriz García Paesa, la fiduciaria en Luxemburgo de varias operaciones, como ella misma ha declarado en la causa, que nada tiene que ver con Zaplana. Ha confesado ante la juez que jamás habló ni conoció al ex presidente valenciano.

18ª prueba ‘fake’

Auto Judicial- “Apareciendo Barceló con el fin de no aparecer la titularidad real de Eduardo Zaplana, el cual, pese a dicha confianza, le hizo firmar determinados documentos a lo largo de los años, como préstamos ficticios, testamento, fiducias, en relación a determinados bienes con el fin de garantizar su destino final que lo era Eduardo Zaplana”.

Realidad- Ni Zaplana ni Barceló jamás firmaron ningún documento ni el sumario presenta pruebas que digan lo contrario. Ni con Belhot, ni con García Paesa.

19ª prueba ‘fake’

Auto Judicial- “Dinero de COSTERA DEL GLORIO, que también pagó en el año 2016 el vehículo 9461- FYW de Eduardo Zaplana. Vehículo que luego fue entregado como parte del precio de la adquisión del 7139JRR de Eduardo Zaplana”.

Realidad- En el 2009 Zaplana se compra un automóvil con el dinero que le presta el propietario de la sociedad Costera del Glorio, que declara tributariamente y en el Congreso de los Diputados. El dinero lo devuelve íntegramente, en el 2010, como acreditó con los movimientos de su cuenta corriente cinco años antes de que se inicie el procedimiento. Todo se certifica en una auditoría que presentó en el Juzgado donde figuraban todas sus transacciones bancarias. En el 2016 se compró otro vehículo, entregando el anterior como entrada.

20ª prueba ‘fake’

Auto Judicial- “Haciéndose referencia al presunto pago de honorarios cliente abogado con el que quiere encubrir la entrega de 50,000 euros en efectivo a Eduardo Zaplana, que de hecho es una cantidad idéntica a la que se le encontró en el registro efectuado en Telefónica”.

Realidad- Los 50.000 euros encontrados en el despacho de Zaplana en Telefónica habían sido retirados por su secretaria de la cuenta bancaria del ex ministro. Era una época en la que necesitaba dinero cash por las pruebas médicas en el extranjero a causa de la leucemia, como sucedió en Estados Unidos. La auditoría de las cuentas de Zaplana, que consta en el sumario, acredita que no miente.

21ª prueba ‘fake’

Auto Judicial- “En este entramado colaboró también la secretaria personal de Eduardo Zaplana desde hace años y conocedora de las actividades delictivas del mismo, como ya se ha mencionado recibió cantidades en efectivo de procedencia delictiva, que luego le entregaba al mismo, manteniendo contactos telefónicos con los investigados”.

Realidad- No hay en el sumario ninguna grabación ni declaración de los supuestos cambistas que señalen a la secretaria de Zaplana como la receptora del dinero. En su contra sólo existe el testimonio de Fernando Belhot, un personaje desacreditado por sus antecedentes judiciales y su actividad financiera en medio mundo.

22ª prueba ‘fake’

Auto Judicial- “Él mismo (Belhot) fue colaborador asiduo de Eduardo Zaplana para facilitar facturas que justificaran movimientos de dinero”.

Realidad- Los 50.000 euros en poder de Zaplana habían sido retirados del banco.

23ª prueba ‘fake’

Auto Judicial- “Se evidencia en el abono del crucero organizado por Eduardo Zaplana dinero que posteriormente le es entregado. Participa en la adquisición de las embarcaciones LOIX y NAIKAMO. Su participación en la ocultación del dinero de origen delictivo de la organización en Andorra se evidencia por las gestiones en el BPA donde recibe dinero en metálico por compensación”.

Realidad- Naikamo es un barco que compró el empresario amigo de Zaplana en el extranjero. Además, en el sumario no aparece ningún solo dato de Andorra relacionado con Zaplana. Las personas interrogadas -once-en el Principado declaran no conocer al ex ministro.

24ª prueba ‘fake’

Auto Judicial- “Encontraron correos remitidos entonces al subdirector de BANCAJA Miguel Bastida Moreno”.

Realidad- Los correos que aparecen en la causa son de carácter ordinario, nada delictivos. Bastida declaró ante la juez y señaló que la operación que atribuyen a Zaplana fue aprobada por todos los órganos de Bancaja. Los correos nada tienen que ver con el procedimiento que se sigue en el Juzgado número 8 de Valencia.

25ª prueba ‘fake’

Auto Judicial-  “Existiendo numerosas anotaciones en las agendas personales de Eduardo Zaplana, referentes a los viajes efectuados no sólo con esta, sino con otras embarcaciones, alquiladas a través de sociedades interpuestas, siendo de uso de Eduardo Zaplana, del mismo modo que sucedió con vuelos, como ya se ha indicado”.

Realidad- Zaplana nunca ha negado que utilizara barcos para su recreo, asunto que nunca fue cometido de la investigación judicial. Los datos figuran en el sumario de manera prospectiva. El ex ministro como otros compañeros de partido o de Gobierno navegó en el yate de otros empresarios.

26ª prueba ‘fake’

Auto Judicial- “P. R. es otra de las personas que colabora en el delito de blanqueamiento de capital, teniendo relación con Eduardo Zaplana no sólo por su profesión de peluquero sino también colaborando con el mismo en dar salida al dinero obtenido ilícitamente, y habiendo obtenido en su día unos terrenos cercanos a Terra Mítica de edificación donde se hizo finalmente el complejo hotelero ASIA GARDENS”.

Realidad- P. R., como otros empresarios, firmó con la Generalitat valenciana un contrato de arrendamiento por 75 años de los terrenos donde está ubicado el hotel Asia Gardens, uno de los más importantes de España. Posteriormente, con la llegada de Ximo Puig a la Presidencia del Gobierno valenciano, los socialistas vendieron la parcela al empresario, que sigue imputado en la causa. La juez no ha citado a declarar a ningún representante de la administración autonómica socialista para que aclare los contratos con P. R.

27ª prueba ‘fake’

Auto Judicial- “Eduardo Zaplana contrató también los servicios de FERNANDO BELHOT para que le administrase el dinero procedente de la actividad delictiva y que oculta en el extranjero, a través de sociedades uruguayas como MISLENY SA y DISFEY SA a las que llegaron los fondos de IMISON INTERNACIONAL SL, gestionados en su momento por Beatriz Paesa, que fue sustituida por Belhot”.

Realidad- No hay ningún dato en el sumario que relacione directamente con las cuentas de Suiza ni con las sociedades. Sólo tiene protagonismo el uruguayo Belhot un profesional de la ingeniería financiera internacional, con causas abiertas en varios países. Beatriz García Paesa declaró en la causa que no conocía a Paesa.

28ª prueba ‘fake’

Acto judicial- Son de destacar las sociedades MISLENY SA y DISFEY SA las cuales, tras contratar los servicios Eduardo AJ Zaplana del gestor de patrimonios Fernando Belhot, decide como parte de su estrategia para disponer del dinero de origen delictivo y para dicha finalidad, trasladar los fondos de IMISON INTERNACIONAL SL a las sociedades uruguayas.

Realidad- La juez una vez más denomina a Belhot “gestor de patrimonios” cuando su perfil está más próximo al de un testaferro que actúa como mercenario para ocultar el dinero.

29ª prueba ‘fake’

Acto judicial- “Las cuentas bancarias para mantener la opacidad del verdadero titular del dinero, estaban abiertas a nombre de Fernando Belhot”.

Realidad- Las cuentas estaban abiertas a nombre del uruguayo y las utilizaba para su uso personal. Nunca aparece una transferencia bancaria a Zaplana ni ninguna prueba tangible que las relacione con él.

30ª prueba ‘fake’

Acto judicial- “También recibió dinero Eduardo Zaplana a través del sistema de cambistas, forma ésta muy común en Sudamérica y que consiste en que dichos cambistas reciben el dinero y a su vez facilitan a otra persona que lleve a cabo la entrega del mismo en el país interesado”.

Realidad- El sumario se refiere a “los cambistas” de manera muy genérica sin aportar ni un solo dato de sus identidades ni de la fórmula como movían el dinero. Tampoco hay ninguna conversación intervenida al ex ministro sobre ese sistema de ocultar el dinero.

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